Blog > La era del trabajo híbrido: ¿cómo implementarlo de manera efectiva?
En los últimos 3 años las empresas del mundo entero pasaron de la urgencia del home office hasta llegar a la era actual donde el trabajo híbrido es protagonista. De hecho, según estimaciones recientes de Gartner, para finales de 2023 al menos un 39% de la fuerza laboral global estará trabajando de forma híbrida.
Ya sea que hayas incursionado en este esquema laboral o que lo estés considerando, es clave entender cómo implementarlo de manera efectiva y cuáles son las mejores prácticas para sacarle verdadero provecho. ¡Descubre todo esto y más en este artículo!
Empecemos por lo básico: ¿qué es el trabajo híbrido? Aunque antes de ello debemos aclarar que no existe una definición exacta sobre qué significa, dado que es una forma de organización laboral reciente y en constante evolución.
Dicho esto, en términos sencillos el trabajo híbrido es un modelo laboral que se caracteriza por combinar trabajo presencial y trabajo remoto, amparándose, por supuesto, en el uso de la tecnología, ya que sin esto sería imposible de aplicar.
Además, se considera como un tipo de trabajo flexible en el que el colaborador y la organización deciden cómo dividir el tiempo laboral entre la oficina y una ubicación física distinta o espacio de trabajo remoto.
De esta manera, un modelo de trabajo híbrido significa que la compañía requiere que los empleados realicen sus tareas de forma presencial ciertos días a la semana, y les da la autonomía para elegir dónde trabajar las jornadas restantes.
Así, este esquema de trabajo es también reconocido como una forma de acuerdo entre las organizaciones y su personal.
Si ponemos los ojos en el panorama latinamericano podemos encontrar distintas señales del notable impacto de la modalidad de trabajo híbrido en la región:
Estas cifras no son más que una pequeña muestra de cómo en América Latina este modelo de trabajo está ganando cada vez más terreno, razón suficiente para considerarlo.
En los últimos años los términos trabajo híbrido y trabajo remoto se usaron en muchas ocasiones de forma indistinta, pero esto es un error: no son lo mismo. Se trata de dos enfoques diferentes y dos formas distintas de organizar el trabajo.
Como ya vimos, el trabajo híbrido es una combinación de trabajo presencial y remoto. En este esquema los empleados tienen la flexibilidad de trabajar desde casa u otras ubicaciones remotas durante una parte de su semana laboral y también van a la oficina para cumplir con sus tareas de forma presencial.
Por su parte, el trabajo remoto se refiere a trabajar desde una ubicación distinta al centro de trabajo, puede ser desde casa o desde cualquier otro lugar que elijan los colaboradores. Esto significa que el personal está completamente separado del espacio físico de la empresa.
Cada modelo tiene sus ventajas y desafíos, pero es importante entender que son diferentes esquemas laborales y que mientras el híbrido contempla la posibilidad del trabajo remoto, este último solo se orienta al trabajo a distancia.
Cuando hablamos de ejemplos de trabajo híbrido nos referimos a las formas comunes de organizar este esquema laboral. Aunque es importante decir que no existe un enfoque único, por lo que las empresas tienen muchas opciones. Algunas de las principales son:
Según datos de Ámbito Financiero para el 72% de los trabajadores argentinos uno de los aspectos más valorados en relación a su empleo es tener autonomía para escoger su esquema de trabajo.
En línea con esto, el modelo de trabajo híbrido flexible propone que los empleados elijan su ubicación y horario laboral en función de sus necesidades y prioridades. Es una forma de cederle absoluto control a los colaboradores sobre cuándo y dónde quieren trabajar.
Este es uno de los ejemplos de trabajo híbrido más comunes, ya que es la principal opción implementada por las empresas. En este caso, la organización establece los días y horarios en los que los empleados pueden trabajar de forma remota o presencial.
Este esquema de trabajo híbrido prioriza la presencia de los colaboradores en la oficina. Al implementarlo, la mayor parte del tiempo los empleados tendrán que trabajar en el espacio físico de la empresa, pero se les permite optar por algunos días flexibles cada semana (o mes) para realizar sus tareas de forma remota.
La estrategia de trabajo remote-first se centra en promover que un porcentaje amplio de los empleados trabajen de forma remota la mayor parte del tiempo, mientras se designan ciertos momentos de la semana o del mes para reunir al equipo de forma presencial para actividades específicas.
Llegó el momento de avanzar con la estrategia de implementación. ¿No sabes por dónde empezar? ¡Descuida! Te dejamos algunas recomendaciones a continuación.
Dado que, como dijimos al definir qué es esta modalidad de trabajo, este parece ser un concepto relativamente nuevo, puede resultar complicado saber por dónde empezar.
En este punto, lo primero es hablar con los empleados. Encuestar a tu equipo puede ser una excelente práctica para comenzar a definir tu estrategia de trabajo híbrido y gracias a esto también hacerlos partícipes de las decisiones que se toman sobre este proceso, lo que puede ayudar a mejorar su engagement.
Con ello nos referimos a obtener opiniones de tu equipo sobre lo que esperan de esta modalidad laboral y qué tipos de esquemas de trabajo híbrido creen que resultaría mejor aplicar.
Preguntar esto directamente puede darte un buen volumen de datos accionables para empezar a definir tu estrategia y política de trabajo híbrido.
Con base en la información que obtuviste de tu equipo, es mucho más fácil diseñar una política de trabajo híbrido alineada a los deseos y necesidades de las personas de tu compañía.
¿En qué consiste este tipo de políticas? En la creación del marco que describa cómo se espera que operen los empleados, tanto de forma remota como en la oficina. Por eso, esta debe incluir las normas a seguir en cada caso, los protocolos de actuación y las medidas disciplinarias en relación a esta modalidad laboral.
Asimismo, tener en cuenta que si el trabajo híbrido no es aplicable a todo el personal se debe comunicar con claridad qué criterios se toman en cuenta para esta decisión, quiénes son elegibles y cómo deben solicitarlo.
Este es un aspecto prioritario al implementar el trabajo híbrido en una empresa, dado que mantener el flujo de información adecuado en cada instancia es uno de los principales desafíos de esta modalidad laboral.
Por eso, en este punto hay que definir qué herramientas de comunicación se utilizarán, siempre teniendo en cuenta cuál es la mejor alternativa para cada caso:
Es fundamental que todas las personas del equipo que trabajen bajo la modalidad de trabajo híbrido conozcan sus funciones y responsabilidades y lo que se espera de su labor. En otras palabras, definir con claridad las expectativas que deben cumplir.
Esto no solo ayuda a orientar mejor a los equipos híbridos, sino también a medir con mayor precisión los resultados que ofrece este esquema laboral y cada colaborador en particular.
Otra buena práctica en trabajo híbrido es escuchar a los empleados, manteniendo las vías de comunicación abiertas para que estos puedan expresar los desafíos que este modelo laboral representa y sus ideas para mejorarlo.
Para ello, es clave brindarle a los colaboradores múltiples formas de proporcionar comentarios sobre la política de trabajo híbrido de la organización.
Una manera de hacerlo es mediante el envío de encuestas regulares a todo el equipo o a través de conversaciones frecuentes con el personal gracias a herramientas como un chat inteligente.
Esta es la parte que lleva más tiempo dentro del proceso hacia una modalidad de trabajo híbrido. Sin embargo, es lo que garantiza que este esquema se internalice y sea parte del modo natural de organizar el trabajo en la empresa. Hablamos de la cultura organizacional.
¿Cómo pasar a una cultura de trabajo híbrido? Debido a que no se trata de una ciencia exacta, en este punto tendrás que analizar cuál es la situación actual de la cultura laboral de tu compañía y, en función de ello, implementar los cambios necesarios.
Ten en cuenta que hay varios factores que influyen en la cultura de trabajo de una organización, entre ellos:
Dentro de cada uno de estos puntos podrás alinear los valores, sistema de normas y comportamientos aceptados en la empresa con el nuevo esquema de trabajo híbrido.
La clave siempre es poner a las personas en el centro. Si esto aún no es parte del ADN de tu empresa ¡ya es hora!
Se suele decir que esta modalidad ofrece lo mejor de los dos mundos: lo mejor del trabajo presencial y lo mejor del trabajo remoto.
En la práctica esto quiere decir que los empleados deben sentirse conectados y comprometidos con la empresa sin importar en qué espacio físico trabajen y en qué momento lo hagan.
La clave que garantiza una experiencia de empleados satisfactoria en cada caso es la comunicación, esta debe fluir de manera natural y continua sin importar en dónde se trabaje.
Para ello, una herramienta como Lara AI puede ser de gran ayuda gracias a:
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